
El orégano es una hierba perenne, lo que significa que puede crecer durante todo el año en climas cálidos. En climas más fríos, el orégano suele crecer durante la primavera y el verano y puede continuar hasta el otoño, dependiendo de las condiciones climáticas locales. En general, la mejor época para cultivar el orégano es desde la primavera hasta principios del verano.